No sabemos el desencadenante de toda la historia, pero lo que esta claro es que estos dos camareros intentan una y otra vez ser educados con estas dos clientes con pinta de petardas. Pero la paciencia tiene un limite amigos…

No sabemos el desencadenante de toda la historia, pero lo que esta claro es que estos dos camareros intentan una y otra vez ser educados con estas dos clientes con pinta de petardas. Pero la paciencia tiene un limite amigos…