Durante los últimos Carnavales en Cádiz, el repartidor de hielo se mete por una concurrida calle llena de gente, y como la gente de Cádiz no tiene guasa ni nada… pues la cosa termina en una procesión en toda regla. Son geniales.

Durante los últimos Carnavales en Cádiz, el repartidor de hielo se mete por una concurrida calle llena de gente, y como la gente de Cádiz no tiene guasa ni nada… pues la cosa termina en una procesión en toda regla. Son geniales.